Antonio Abellán García. Departamento de Población, CSIC
El gobierno ha decidido crear un Comisionado para hacer frente al Reto Demográfico. En la reunión de presidentes de comunidades autónomas (17-1-2017) se puso de manifiesto una preocupación por la situación demográfica de España, y se acordó impulsar medidas específicas para hacer frente a los desafíos demográficos. Esas inquietudes se han traducido en una acción de gobierno, consistente en la creación de este Comisionado en el Ministerio de Presidencia y para las Administraciones Territoriales (aún sin página web), cuyo nacimiento oficial queda recogido en el Real Decreto 40/2017 (BOE del 28-1-2017).
¿Cuáles son esos desafíos demográficos? Se enumeran tres:
- Envejecimiento demográfico, es decir, el aumento de la proporción de personas mayores (de momento, las de 65 y más años) en el conjunto de la población, con el consiguiente aumento de gasto publico social (pensiones, salud, cuidados de larga duración).
- Despoblamiento territorial, es decir la pérdida de población de muchos municipios, acentuada sobre todo en los pequeños, que deja un panorama de 5.864 municipios de menos de 2.001 habitantes y número creciente (municipios rurales); de 2.001 a 10.000 hay 1.512 (municipios intermedios); hay 749 de más de 10.000, llamados urbanos (datos de 1-1-2016). Esto se traduce en disfunciones a la hora de prestar servicios. Por ejemplo, sólo el municipio de Madrid tiene tanta población como 6.052 municipios rurales e intermedios juntos.
- Efectos de la población flotante. No están definidos esos efectos ni el concepto de población flotante, pero se supone que puede abarcar inmigrantes sin papeles, trabajadores temporeros, ciudadanos desplazados en zonas de veraneo, mayores en residencias no empadronados en ellas, jubilados europeos residentes en las costas españolas, o incluso se puede estar pensando en la perspectiva de trabajadores del sector financiero reubicados tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) y con regímenes especiales, entre otros colectivos. Los efectos previsibles dependerían de qué colectivo se está considerando, pero podrían ser problemas de integración o prestación de servicios (escolarización, dimensionamiento de la sanidad, etc.).
El objetivo principal del Comisionado es elaborar una estrategia nacional que aporte soluciones a estos desafíos. De todas las posibles medidas, propuestas y actuaciones, el Real Decreto apunta como principal el reequilibrar la pirámide poblacional; esto aparece como la solución a todos los males demográficos. El resto de las competencias enumeradas son meras cuestiones de procedimiento (elevar informes, recabar información, participar en reuniones, organizar grupos de trabajo, etc.).
Esta declaración de interés sugiere, a falta de más concreción futura, que las medidas tratarán de devolver la figura de pirámide a una estructura que desde hace tiempo apunta a la forma de “pilar” de población (véase figura 1.2 bis del Informe). La forma de pilar no es un desastre demográfico. El pilar es el resultado de la superposición de cohortes de nacimiento de tamaño similar que se van apilando una encima de otra y no disminuyen de tamaño o grosor pues la mortalidad infantil y la del resto de edades (hasta la vejez) es muy baja y no alteran esa forma de pilar; es decir, prácticamente todos los efectivos de la cohorte alcanzarán las edades próximas a la vejez. La relación entre población en edad de trabajar y la población dependiente (viejos y niños) se mantendría estable y su evolución sería previsible.
La forma piramidal perseguida por esa estrategia nacional sólo se conseguiría si los nacimientos son crecientes cada año, de modo que la figura acabaría siendo la de un escalonamiento más ancho cuanto más cerca de la base. Eso exigiría un esfuerzo extra a las actuales parejas en edad de procreación y a las que están en ciernes, pues para conseguir un gran tamaño de la población en edad de reproducir (que aumentase más fácilmente el número de nacimientos) se precisaría varias décadas. Conviene señalar que una nueva estructura piramidal, con aumento fuerte de niños, significa también un aumento del gasto público social para esas edades, sin que disminuya el gasto en las edades avanzadas, al contrario, con un gasto creciente pues se sigue ganando esperanza de vida en esas edades. Estas circunstancias habrán de ser consideradas en la citada estrategia con el objeto de evitar una redistribución forzada de beneficios entre edades, lo que podría dar lugar a una guerra de edades, si no aumentan los recursos para todos.
Si el Comisionado fía la solución del problema del mantenimiento del estado del bienestar a una recuperación de la forma piramidal de nuestra estructura por edades (aumento fuerte de la fecundidad), está olvidando el origen de la actual inquietud sobre sostenibilidad del estado del bienestar, y también olvida otras soluciones para mantener e incluso ampliar sus beneficios. El origen de la inquietud (por ejemplo, acerca de las pensiones o de una sanidad sin recortes), no procede de la estructura por edades, es decir, de la pirámide de población, pues tenemos la masa en edad laboral más grande de la historia de España, sino que procede de una falta de actividad económica y de la existencia de varios millones de parados (4,2 a final de 2016). Esperaremos las actuaciones del Comisionado para conocer si considera otras posibles soluciones y no sólo las centradas en el aumento de la fecundidad.
Como fórmula de procedimiento en la actuación del Comisionado se apunta la constitución de grupos de trabajo de expertos, junto con representantes de otros ministerios, para asistencia técnica. La etiqueta de expertos es tan amplia y poco precisa que puede dar cabida a cualquier tipo de especialista o versado en la cuestión, desde profesionales del mundo académico, a agentes sociales, mundo empresarial, entidades sociales y otras que operan bajo ideologías políticas o religiosas. En cualquier caso, sería deseable que los informes, aportaciones y debates de estos grupos estuviesen disponibles para el gran público.
Para citar este documento: Antonio Abellán García: Comisionado para el Reto Demográfico. Blog Envejecimiento [en-red], 6 de febrero, 2017. ISSN 2387-1512. Disponible en: http://bit.ly/2jSIhNX
Consulta en Digital CSIC: https://digital.csic.es/handle/10261/143661