Es el título de un libro recientemente aparecido sobre las oportunidades económicas en torno al envejecimiento demográfico. Su objetivo es plantear en positivo las consecuencias del incremento del número y proporción de personas mayores y enfrentar este optimismo particular a la visión más alarmista que domina muchas veces en la sociedad.
Dos especialistas en finanzas, seguros y economía son sus autores: Antonio Huertas e Iñaki Ortega, que proceden de la compañía Mapfre (Presidente) y de la Deusto Business School (Director), respectivamente, apoyados por sus equipos en la labor de documentación y revisión. Utilizan un lenguaje ameno y directo. Está publicado por Gestión 2000, del Grupo Planeta.
Tras señalar brevemente los efectos negativos del envejecimiento, los autores describen ampliamente los efectos positivos. Entre aquellos se encuentran: reducción de la dinámica de crecimiento de la población, disminución (futura) de la fuerza de trabajo, pérdida de dinamismo de la economía, mayores gastos en salud, y potencialmente en pensiones, y repercusiones en el consumo y ahorro.
La originalidad de este libro es el desgrane de los efectos positivos del proceso de envejecimiento demográfico:
- Incremento de la vida laboral, suponiendo un retraso de la edad de jubilación,
- Incremento de la productividad, si las nuevas generaciones traen mejor formación y aprendizaje,
- Nuevos nichos de actividad económica en sectores tradicionales y en otros nuevos.
La enumeración de estos nichos puede considerarse la gran aportación del libro. Los autores aportan ideas, iniciativas, sugerencias sobre sectores económicos actuales y los que están en ciernes: ocio y turismo, salud (nuevas profesiones, medicina personalizada, industria biomédica y farmacéutica), cuidados, vivienda (adaptación, residencias, nuevas formas de alojamiento), educación, tecnología (amplísimo campo donde se cita desde la telemedicina, la monitorización y la domótica), finanzas y seguros (planificación financiera, planes de ahorro), y finalmente sobre consumo y servicios.
Añaden un capítulo sobre las consecuencias que el envejecimiento puede tener en las “nuevas” ciudades, en línea con las políticas de ciudades amigables y adaptadas para los mayores de la OMS.
Transmiten un mensaje de compromiso. El desarrollo de esas oportunidades económicas deben venir acompañadas de un cambio cultural: la población ha de ser previsora y poner la capacitación y el aprendizaje a lo largo de la vida como objetivo o foco de atención. Esta responsabilidad recae en los propios individuos, las empresas y los gobiernos.
Referencia:
Iñaki Ortega, Antonio Huertas: La revolución de las canas. Ageingnomics o las oportunidades de una economía del envejecimiento. Barcelona, Gestión 2000, 2018, 249 p.