Hablemos de la depresión

Abr 4, 2017

La depresión puede afectar a personas de todas las edades, de todas las profesiones, en todos los países y es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en el mundo. La depresión en las personas mayores es un problema extendido, pero no es una parte normal del envejecimiento.  Y este año la OMS le ha dedicado el día Mundial de la Salud, que se celebra cada 7 de abril. Su objetivo es que un número cada vez mayor de personas con depresión, en todos los países, pida y obtenga ayuda.
La repercusión que tiene padecer una depresión es devastadora y también difícil de comprender en quien nunca ha sufrido esta enfermedad.  Ahora mismo estamos en una situación en la que se constata que la prevalencia de la depresión está aumentando y, sin embargo, su diagnóstico y tratamiento no son siempre los adecuados. (Ver El pésimo abordaje de la depresión en España, El mundo, 09/02/2016).
Además,  por un lado, una cierta banalización del problema por confusión con trastornos más leves del estado de ánimo y, por otro lado, el estigma social que afecta a los enfermos, tienden a ocultar la realidad. (Ver La discriminación y el estigma hacia las personas con depresión grave en las empresas, Soma&Psy network, octubre 2016).
Por eso, el lema de la campaña de este año de la OMS es: Hablemos de la depresión.

 Cifras

Se calcula que la depresión afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. Entre 1990 y el 2013, el número de personas que sufren de depresión o ansiedad aumentó en un 50%. Estas cifras han crecido, se cree que por el aumento de la población y el envejecimiento.
Incluso en países de altos ingresos, casi el 50% de las personas con depresión no recibe tratamiento. El costo de la depresión y la ansiedad en la economía global es de más de US$ 1 trillón cada año.
Según la OMS, en la actualidad, la depresión es la principal causa de discapacidad en todo el mundo y encabeza la lista de causas de enfermedad. Además, en Europa, representa más del 7% de la mortalidad prematura.

El 6,8% de la población adulta de la Unión Europea tiene depresión. España está dentro de los diez países que superan esa media, aunque en su caso se encuentra ligeramente por encima (6,9 por ciento), según un informe de Eurostat.

El riesgo de desarrollar, al menos, un episodio de depresión grave es casi el doble en mujeres que en hombres.
Según datos recogidos en la “Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud”, España es el país europeo con las tasas más altas de síntomas depresivos en población de edad avanzada.
Con los datos a la vista podemos afirmar que la depresión aumenta con la edad y que hay mayores proporciones en mujeres que en hombres, según recogen estos gráficos elaborados a partir de la Encuesta Europea de Salud 2014. Estados de salud. Cifras absolutas  (Fuente INE).
 


 
Por otra parte, la mitad de los trastornos depresivos no reciben tratamiento o no el adecuado (que suele basarse en psicofármacos o psicoterapia o una combinación de ambos). Además, también hasta el 43% de los pacientes abandona el tratamiento y otro porcentaje importante no lo cumple como le ha sido prescrito.
Puede ocurrir que los síntomas de este trastorno en los adultos mayores se pasen por alto y no se traten porque coinciden con otros problemas. Por eso, la OMS recomienda que los servicios sanitarios y la sociedad presten atención especial a las necesidades en cuanto a la depresión de los mayores.
La depresión provoca un elevado impacto en la calidad de vida,  produce síntomas cognitivos como falta de atención, y otras enfermedades asociadas, como cáncer, enfermedades cardiovasculares… Y puede llevar a la complicación más grave, que es el suicidio.
El suicidio es la primera causa de muerte no accidental en personas mayores en España, y suele enmascarar una depresión. Los profesionales insisten en que lo importante es diagnosticar a tiempo la depresión.

“Es de suma importancia que el colectivo mayor sepa que la salud mental y el bienestar emocional son igual de importantes en la tercera edad que en cualquier otra etapa de la vida”, explica Kate Wedgwood, Directora Incidencia Internacional, Comunicación y Campañas de HelpAge International.

Isabel Fernández. EnR?|

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