El 34% de los españoles, tampoco.
Antonio Abellán García. Departamento de Población, CSIC.- Y nota Eurostat.
De acuerdo a los últimos datos de Eurostat, basados en la Encuesta europea de condiciones de vida, se estima que el 28,3% de la población de la Unión Europea-28 (UE) de 16 años o más años no podía permitirse (pagar) una semana de vacaciones al año fuera de casa en 2018. En 2013, la proporción era del 39,5%. Para España esas proporciones son de 34,2% y 48,0%, respectivamente. Esto es una dimensión más de las que componen la privación material (Ver nota abajo).
La figura 1 recoge las cifras de los 28 estados miembros de la UE. Los países con la mayor proporción de personas en esta situación fueron Rumania (58,9%), Croacia (51,3%, datos prov.), Grecia (51%), Chipre (51,0%, datos prov.) e Italia (43,7%). En el otro lado de la escala aparecen Luxemburgo (10,9%, datos de 2017), Suecia (9,7%), Dinamarca y Austria. En los últimos cinco años, las mayores caídas en la proporción se han registrado en Bulgaria y Polonia. Grecia ha sido el único estado de la UE en el que la proporción aumentó durante ese período.
Cuanto peores son las condiciones de privación en general en los países, más altas son las proporciones de ciudadanos que no pueden permitirse esas vacaciones. La situación se agudiza en el grupo de adultos de 65 y más años que viven solos, y que en la mayoría de los casos son mujeres (Figura 2). Por ejemplo, en España, el 43,7% de los mayores que viven solos no pueden permitirse unas vacaciones anuales de una semana fuera de casa. Otros países europeos presentan peores registros.
En el otro lado de la escala representada en la figura 2 se observa que las personas mayores solas tienen proporciones más próximas al conjunto de población, trasladando la imagen de que las desigualdades entre grupos de edad son menores cuanto mejor es la situación general del país, y de que a mayor privación general, las desigualdades se acentúan en el grupo de personas mayores que viven solas, aunque no sólo en este colectivo.
Nota.
La privación material se refiere a un estado de tensión económica, duradero, definido como la incapacidad forzada (y no la opción de no hacerlo) de pagar gastos inesperados, permitirse unas vacaciones anuales de una semana fuera de casa, una comida con carne, pollo o pescado cada dos días, el calentamiento adecuado de una vivienda, bienes duraderos como una lavadora, televisión en color, teléfono o automóvil, enfrentarse a atrasos en los pagos (hipoteca o alquiler, facturas de servicios públicos, cuotas de compra de alquiler u otros pagos de préstamos).